¿Cómo aislar una casa del frío y ahorrar energía en invierno?
El invierno en algunas regiones puede ser muy duro, lo que nos obliga a aumentar el gasto energético al no tener la casa bien adaptada para las bajas temperaturas. ¿Existe alguna forma de aislar una casa del frío y ahorrar en energía? ¡Por supuesto! Te vamos a explicar como a lo largo de este artículo.
¿Qué debes hacer para aislar tu casa del frío?
Revisar las tuberías y el sistema de calefacción de tu vivienda es imprescindible. También es muy importante el aislamiento térmico y el aprovechamiento de la luz solar. Vamos a ver cuales son los puntos clave para tener preparada nuestra vivienda para la llegada del frío y a la misma vez ahorrar energía.
Las facturas del gas y la electricidad en los meses más fríos del año tienden a subir y al cabo del año es un gasto importante que se tiene que asumir. Esta subida, en gran parte, se debe a que al hacer más frío, peor tiempo y a oscurecer antes apetece más estar en casa.
Algunas cosas básicas que se deben hacer para aclimatar y preparar bien la vivienda son instalar aislamientos si fueran necesarios, sellar ventanas y puertas para que no haya fugas de calor y también proteger las tuberías. A continuación desde Durmi os dejamos una serie de consejos que seguramente os serán de gran ayuda:
- Las ventanas: que sean de buena calidad y que estén bien selladas. Por ahí se puede filtrar aire, y se puede perder el calor del interior de la vivienda. Si queremos que se conserve mucho mejor sin tener que subir la temperatura, estas tienen que estar en buenas condiciones. En la factura de la electricidad también se notará, ya que las pérdidas de energía pueden suponer hasta una bajada del 70% de la factura.
- El aislamiento térmico: si la vivienda no tiene un buen sistema de aislamiento se producirán pérdidas de calor, esto hará que aumente el consumo de gas y eléctrico.
- Utilización de elementos como aislamiento: por ejemplo, elementos decorativos pueden ser una buena solución. Cortinas o persianas podrían serlo.
- Revisión del sistema de calefacción: se tienen que purgar los radiadores, vigilar los sistemas de calefacción y también la presión para que no haya pérdidas de calor.
- Aprovechamiento de la luz solar: aunque sea otoño el sol sigue calentando y no se tiene que desaprovechar. Aumentaremos la temperatura de la casa de manera gratuita. Esto lo podemos conseguir de la manera tan simple como es abriendo cortinas en las horas de sol y cerrándolas cuando este se ponga.
- La chimenea: si se dispone de ella tenerla bien limpia y siempre contar con un profesional que se encargue del hollín.
[:en]Revisar las tuberías y el sistema de calefacción de tu vivienda es imprescindible. También es muy importante el aislamiento térmico y el aprovechamiento de la luz solar. Vamos a ver cuales son los puntos clave para tener preparada nuestra vivienda para la llegada del frío y a la misma vez ahorrar energía.
Ahorrar en energía en invierno, ¿qué debes hacer?
Casi la mitad del gasto en energía de las viviendas en España durante los meses de invierno se la lleva la calefacción. Aún así, se pueden usar diferentes medidas para ahorrar dinero y también energía sin perder confort en nuestra casa. Así también contribuiremos con el medio ambiente y nuestro bolsillo lo agradecerá.
- Tener un termostato programable: permiten regular la temperatura de la casa y también una temperatura para los diferentes periodos de tiempo. Lo mejor es que una hora antes de llegar a casa programarla más fuerte y durante las horas de noche diminuirla.
- La temperatura ideal para la vivienda está entre 19º y 21º: mantener esta temperatura estable es lo perfecto, mejor que no subir y bajar el termostato continuamente. Los picos de calor hacen aumentar la factura considerablemente.
- Durante la noche ponerla entre 15º y 17º: la ropa de cama debe abrigar y suplir el descenso de temperatura. También dependiendo de la temperatura exterior, probablemente se pueda apagar en las horas de sueño.
- Aprovechar la luz solar: de día debemos tener las persianas arriba para que los rayos de sol entren en casa y ayuden a calentarla. Cuando llega la noche lo mejor es bajar persianas y tirar cortinas para tener un máximo aislamiento.
- Ventilar la vivienda una vez al día durante 10 o 12 minutos: suficiente para hacer una renovación del aire sin que se vaya el calor que hemos acumulado.
- Tener un buen mantenimiento en el sistema: tengamos el sistema que tengamos para calentar la casa, su funcionamiento debe ser correcto y llevar el mantenimiento al día. Lo mejor es hacerlo antes de que llegue el invierno. Las tareas son la purga de radiadores y las revisiones periódicas de calderas.
- Buenos cerramientos de puertas y ventanas: si estas cierran bien tendrán un buen aislamiento y tampoco se filtrará aire del exterior haciendo que cueste más calentar la vivienda y gastando más energía.
- Apagar los radiadores de las estancias que no usamos: tener la puerta cerrada y los radiadores apagados de estas habitaciones también ayuda a calentar los que si utilizamos.
- No tapar los aparatos que emiten el calor: no poner muebles delante los radiadores, ni ropa encima para que se seque antes o cortinas que los tapen.
- Hacer una comparación de tarifas de las distintas tarifas del mercado eléctrico: cada vivienda es un mundo y no todas las tarifas son las adecuadas para cada una. Debemos saber el gasto energético que tenemos y a raíz de ahí decidir que es lo que mejor nos va.