Características del Templo de Salomón

Conocido como el Templo de Salomón o el Primer Templo de Jerusalén, el santuario israelita que se describe en la Biblia fue destruido por el rey de Babilonia Nabucodonosor; sin embargo su leyenda perdura hasta nuestros días pues se dice que era un lugar de gran belleza arquitectónica. Veamos algunas de las características del Templo de Salomón.

Orientación

De acuerdo a la descripción bíblica, el Templo de Salomón era un edificio que se encontraba orientado sobre un eje longitudinal dirección este-oeste; se calcula que su longitud debió ser de cerca de 27 metros de longitud interior, 13.5 metros de altura y 9 metros de ancho. El culto se llevaba a cabo en la parte exterior.

A los lados del templo se encontraban dos columnas llamasdas Jaquín y Boaz. La entrada de los sacerdotes y del rey al templo era a través de una puerta que tenía chapas de oro y medía 10 metros de alto por cuatro de ancho. Después de esa puerta  había tres recintos.

El Hejal o Santo

En el templo había un vestíbulo seguido por un par de recintos, de los cuales el primero era llamasdo Hejal o Santo, un santuario iluminado por ventanas altas y cuya planta estaba compuesta por un cuadrado doble. También había un solado de madera de cedro que cubría el forjado de piedra. Las paredes y vigas del forjado tenían una cobertura de láminas de cedro de Líbano.

La tercera cámara llamasda Kodesh Ha-Kodashim era la zona más sagrada del templo y se encontraba en un lugar más alto que el Hejal; solamente se podía entrar a él por medio de una escalera. Su forma era de cubo de 10 metros por cada lado y en el centro estaba el Arca de la Alianza, un gran arcón hecho con madera de acacia y cubierto con planchas de oro, en la cual se guardaban las Tablas de la Ley, donde se encontraban grabados los 10 mandamientos.

El patio interior

Se trataba de un patio rodeado por una pared formada por tres capas de bloques de piedra, que estaban cubiertas por vigas de madera de cedro. En este lugar entraban los peregrinos y los fieles.

Después de la muerte de Salomón, el templo fue profanado por invasiones extranjeras y también porque se introdujeron dioses sirio-fenicios, aunque fue rededicado en sus condiciones originales por otros reyes.

A pesar de todo, la fama del Templo de Salomón ha trascendido los siglos y hoy es concebido como el edificio religioso ideal además de que constituye un referente importante y una fuente de inspiración en aspectos arquitectónicos y proyectuales.

Imagen cortesía del Centro de la Cultura y Educación del Judaísmo Sefaradi (ccejs.org) Todos los derechos reservados.

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