Cómo hacer un estanque en el jardín paso a paso

El jardín es un refugio personal, al que podemos acudir cuando necesitamos relajarnos de la ajetreada vida que vivimos fuera de casa. Pero, ¿qué pasaría si pudieras añadir un elemento que no solo aporta belleza visual, sino también el sonido relajante del agua y un auténtico foco de biodiversidad?
Estamos hablando de hacer un estanque en casa: Un pequeño ecosistema en tu espacio exterior, a los que puedes añadir peces y al que acudirán aves, ranas e insectos beneficiosos, ofreciendo un punto focal de paz y serenidad.
Suena bien, ¿verdad? Pues aparte, puedes añadirle otros elementos como hablaremos más adelante, como una pérgola bioclimática o un cenador cerca para comer mientras escuchas el sonido del agua. Si quieres saber cómo puedes conseguirlo, ¡sigue leyendo!
¿Por qué tener un estanque en casa?
Si todavía estás dudando sobre si te deberías embarcar en este proyecto, permítenos explicarte todos los beneficios de tener un estanque en el jardín:

Será un punto focal de relax y bienestar
El beneficio más inmediato es, sin duda, el impacto sensorial. El sonido suave del agua en movimiento, como una cascada o una fuente, tiene un efecto calmante que reduce el estrés y mejora el ambiente, proporcionándote un rincón de contemplación y relajación en tu casa.
Fomenta la biodiversidad
Los estanques son imanes para la vida silvestre local, convirtiendo tu jardín en un ecosistema más rico y saludable que se convertirá en un refugio y fuente de agua para aves, libélulas y pequeños anfibios.
Además, estos pequeños animales, sobre todo las libélulas y las ranas, se alimentan de mosquitos y otras plagas, contribuyendo al control biológico de tu jardín.
Aporta valor estético a la propiedad
Un estanque está bien diseñado se puede convertir en el elemento central del jardín, aportando un atractivo visual que, al mismo tiempo, revalorizará el valor de la vivienda.
Creará un microclima agradable
Si vives en una zona de clima cálido, el tener una masa de agua afectará al clima. El agua se evapora en la superficie, generando humedad, lo que reduce la temperatura del aire, creando así un microclima más fresco y beneficioso.
Puede servir para educar a tus hijos
Un estanque es como un laboratorio de biología natural al aire libre. Tus hijos no solo podrán observar el ciclo de vida la fauna, también puedes enseñarles a responsabilizarse cuidando de los animales que decidan vivir en el estanque.
Cómo hacer un estanque en el jardín
Ahora que ya conoces todos los beneficios, vamos a ver cuáles serían los pasos que debes seguir para hacer un estanque casero en el jardín. Así que, toma nota de los pasos, arremángate y al trabajo.

Eligiendo la ubicación del estanque
Lo primero de todo será decidir dónde va a estar ubicado el estanque. Y no, no lo puedes construir en cualquier parte, debes tener en cuenta muchísimos factores, como:
La cantidad de luz que recibirá
Es cierto que el estanque necesita recibir luz, sobre todo para las plantas acuáticas. Pero demasiada luz puede ser perjudicial. Para que te hagas una idea, lo ideal es que este reciba entre 4-6 horas de luz directo suave al día (por la mañana temprano o por la tarde).
En el caso de que no se pueda, habrá que buscar formas de crear una zona de sombra para protegerlo a determinadas horas, como puede ser poniendo una pérgola bioclimática de jardín o un techado.
Mantener la distancia entre los árboles
Esto también es muy importante, ya que pueden caer hojas que al caer liberarán partículas que ensuciarán y pueden contaminar el agua. Además, si tienes árboles grandes en el jardín, sus raíces pueden crecer hasta el revestimiento del tanque, provocando perforaciones o grietas.
Elige una zona nivelada
Es importante que el estanque esté perfectamente nivelado, para que el agua se asiente de forma uniforme y los bordes se vean bien. Sí, puedes aprovechar niveles para crear, por ejemplo, una pequeña cascada, pero el cuerpo principal debe estar sobre una superficie lisa.
Construyendo el estanque de jardín casero
¿Vas a hacerlo tú? Pues prepárate, porque va a ser una labor que te va a llevar varios días. Veamos que pasos debes seguir:
Marcar la zona
Lo primero de todo es marcar la zona que vas a cavar, con el tipo de estanque vas a tener. Para ello puedes usar una cuerda, marcando los límites. Por otro lado, es importante que el estanque tenga varios niveles, así que haz un boceto de que zonas tendrán más o menos profundidad.
Cava el hoyo
Con todas las medidas en tu poder, es el momento de cavar. Para que te hagas una idea, la zona más plana puede ser de hasta 10 cm, la poco profunda de unos 50 cm y la más profunda entre 60-100 centímetros.
Comienza haciendo la zona más profunda y luego, poco a poco, ve retocando el resto, para ir creando diferentes tipos de niveles. Usa un nivelador de burbuja, que son más precisos para comprobar que el nivel es adecuado y, sobre todo, elimina cualquier rastro de piedras, raíces o cualquier otro objeto con bordes afilados.
Extiende el revestimiento
Extiende el revestimiento del estanque, intentando que queden la menor cantidad de arrugas posibles. De lo contrario, los sedimentos podrían asentarse y deformar el hoyo del estanque.
Instalación del equipo de mantenimiento
Tendrás que instalar un buen equipo para el mantenimiento del tanque, como bombas de agua y filtros, para mantenerlo limpio y libre de bacterias.
Rellena el estanque
Con todo el equipo instalado, procede a rellenar el estanque con agua, hasta llenarlo por completo.
Decora el estanque
Ahora es el momento de decorarlo añadiendo las plantas, las piedras que estarán en el fondo o cubrirán los bordes… Así como también puedes echar peces a tu estanque en el jardín.
Mejora la experiencia en el exterior con estas ideas
Una vez montado tu estanque, ¡solo te queda disfrutarlo! Pero para disfrutarlo más, déjanos darte algunas ideas:

Añade una pérgola con un pequeño espacio para relajaros
Para disfrutar al máximo de la tranquilidad que puede ofrecer el estanque, te aconsejamos crear un pequeño espacio cerca de él, como una zona chill out bajo una pérgola.
De este modo, podrás tumbarte en la tumbona, mientras oyes el sonido del agua correr o a los animales revolotear en el agua.
Añade fauna a tu estanque
¿Por qué no tener un estanque con peces? En lugar de esperarte a que la fauna llegue a tu casa, puedes agregarla tú, y convertir el alimentarlos en una rutina, pasando unos minutos en el exterior disfrutando de su compañía.
Agrega elementos decorativos poco a poco
Puedes ir añadiendo elementos decorativos, como plantas, piedras… Poco a poco, no hace falta hacerlo todo de golpe. Lo que necesitas es la estructura, pero el resto lo puedes añadir cuando encuentres la planta o la fauna adecuada.
Opta por un estanque de cascada
Esto son más difícil de construir, pero es la mejor opción si eres una persona que necesita relajarse y olvidarse del estrés. El escuchar el agua caer en una pequeña cascada te ayudará a calmar los nervios, y se convertirá en tu fuente de relajación principal.




