Ventajas y desventajas de la arquitectura bioclimática

La arquitectura bioclimática, ¿es la solución definitiva? En un mundo cada vez más consciente de la sostenibilidad, se presenta como una alternativa inteligente y respetuosa con el medio ambiente.

Es una filosofía que busca crear edificios que se adapten de forma natural a su entorno, aprovechando recursos como el viento, la luz o el sol para maximizar el confort y minimizar el consumo de energía. Aunque es un enfoque innovador, no está exenta de desafío.

En Durmi conocemos muy bien este tipo de arquitectura, y por ello a lo largo de este artículo exploraremos en detalle los beneficios y las posibles limitaciones de este tipo de construcción, analizando tanto sus ventajas más destacadas como las desventajas que debemos tener en cuenta.

¿Será la solución definitiva para el futuro de la edificación? ¡Acompáñanos para descubrirlo!

¿En qué consiste la arquitectura bioclimática?

La arquitectura bioclimática estudia las condiciones naturales del entorno para el aprovechamiento de los recursos naturales con el fin de alcanzar el confort térmico ideal. Está diseñada sabiamente para lograr una comodidad térmica precisa dentro de un espacio con el mínimo gasto energético.

¿Cuáles son sus requisitos?

Este tipo de arquitectura se basa en una serie de principios y requisitos fundamentales que, en conjunto, permiten que un edificio se comporte como un organismo vivo, adaptándose al entorno.

No se trata de una fórmula única, sino de la aplicación de estrategias inteligentes a lo largo de cada fase del proyecto. Para ello, debe cumplir con ciertos requisitos:

¿Cuáles son las ventajas de la arquitectura bioclimática?

Orientación y diseño

Este es el pilar principal, en el que se considera la trayectoria solar, la dirección de los vientos dominantes y las características del terreno:

  • Con la orientación solar se busca maximizar la entrada de sol en invierno para captar el calor, mientras que en verano se minimiza para evitar el sobrecalentamiento dentro del edificio.
  • El diseño es compacto y con un mínimo perímetro que reduce las pérdidas de calor en invierno y la entrada de calor en verano.
  • Aprovecha las ventajas de los árboles de hoja caduca para dar sombra en verano, y permitir el paso del sol en invierno.

Aislamiento y hermeticidad

Por mucho que se realice un buen diseño bioclimático, este no sirve de nada si el edificio pierde calor o lo gana de forma indeseada.

Por eso, en su construcción se utilizan materiales aislantes de alta calidad en paredes, techos y suelos para minimizar la transferencia de calor entre el interior y el exterior. Además, el edificio tiene que ser lo más hermético posible, para evitar las fugas de aire incontroladas.

Ventilación natural

Para mantener el confort en su interior, es muy importante la ventilación de aire. Por eso, se diseñan las aberturas, es decir, puertas y ventanas, están ubicadas de forma estratégica para crear corrientes de aire que ventilen y refresquen el interior de forma natural.

En los climas más cálidos se utilizan estructuras verticales, que aprovechan el efecto chimenea para extraer el aire caliente de la parte superior del edificio. Son conocidos como chimeneas solares.

Captación y protección solar

Se gestiona la entrada de radiación solar para calentar o proteger el interior. Para ello, se utilizan materiales pesados, como la piedra, el hormigón o el ladrillo, que ayudan a almacenar el calor del sol durante el día y lo liberan lentamente por la noche.

También se instalan elementos de protección solar, como persianas, pérgolas, voladizos o lamas orientales, que evitan que el sol del medio día entre directamente en la estancia.

Uso de materiales sostenibles

Por supuesto, con el fin de reducir el impacto medioambiental, se emplean materiales locales y reciclados, priorizando los materiales de la zona para reducir la energía necesaria para su transporte.

Por otro lado, se buscan materiales con buena inercia térmica, es decir, que absorben y liberan el calor lentamente para ayudar a regular la temperatura interior.

Las ventajas y desventajas de la arquitectura bioclimática

¿Un poco más claro en qué consiste la arquitectura bioclimática y como se construyen? Ahora veamos, cuáles son sus ventajas y desventajas:

Ventajas de la arquitectura bioclimática

  • La optimización de consumo energético supone un mínimo impacto paisajístico. Al optar por esta, se supone otra ventaja con respecto a las construcciones visualmente invasivas.
  • El ahorro de energía de forma ecológica que aportarán facturas mucho más reducidas, e incluso se puede conseguir la autosuficiencia energética, una gran ventaja pues satisfacen el consumo propio e incluso permiten generar capital si se tiene la posibilidad e infraestructura necesaria para su venta.
  • Procesos de construcción responsables con el medio ambiente y que utilizan recursos de forma eficaz a lo largo de todo el tiempo de vida de una construcción.
  • Sostenibilidad activa, pues aprovecha las energías renovables (eólica, geotermal o solar, turbinas, paneles fotovoltaicos).

Desventajas de la arquitectura bioclimática

  • Su precio, aunque acabes amortizando la inversión, ciertamente las viviendas bioclimáticas tienen un costo elevado en comparación con las tradicionales.
  • Materiales difíciles de encontrar debido a su novedad.
  • No todos los arquitectos conocen los métodos de construcción sostenible, ya que no es muy común aprender en la practicidad sobre este tipo de arquitectura. Encontrar a los profesionales adecuados y el material idóneo puede ser toda una odisea.
  • Estas casas no están hechas para cualquier persona, no todos pueden adaptarse a ellas.
Descubre las ventajas y desventajas de la arquitectura bioclimatica

¿Puede incorporarse a un edificio o vivienda ya construida?

Es cierto que lo ideal sería hacer la construcción bioclimática desde cero. Sin embargo, existen algunas técnicas para implementar este tipo de arquitectura, sin necesidad de modificar los aspectos estructurales como la orientación.

La clave está en actuar sobre la envolvente del edificio, es decir, la piel que lo separa del exterior para incorporar sistemas pasivos, como:

  • Un aislamiento térmico, que es el punto más importante. Se puede mejorar el aislamiento de la fachada, en tejados y el suelo, para evitar la pérdida de calor en invierno y el sobrecalentamiento en verano.
  • Las ventanas se pueden sustituir por carpinterías de altas prestaciones y cristales dobles o triples (bajo emisivos) para reducir las fugas de energía y mejorar el aislamiento acústico.
  • Puedes instalar elementos externos para regular la entrada del sol, como por ejemplo porticones o pérgolas bioclimáticas adosadas sobre las ventanas. La vegetación también es una gran aliada para crear sombra natural.
  • La ventilación cruzada es difícil de implementar sino está diseñada de origen. No obstante, se pueden instalar sistemas de ventilación con recuperador de calor, que renuevan el aire interior, sin perder la temperatura.
  • Puedes modificar o reformar el patio o la terraza, ajardinando una cubierta plana para ayudar a aislar térmicamente el edificio o añadir vegetación en patios interiores para generar un microclima más fresco.

Resumiendo: Aunque los resultados no serán idénticos a una construcción nueva, pero una rehabilitación bien planificada puede transformar radicalmente la eficiencia energética y el confort de un edificio, reduciendo el impacto ambiental y el gasto en climatización.

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