¿Qué es la bioconstrucción y en qué se basa?

En los últimos años, la bioconstrucción se ha convertido en una prioridad en la construcción de nuevos edificios. Pero, ¿exactamente qué es y en que se basa? Todo lo que necesites saber sobre este tipo de construcción lo encontrarás en este post.

¿Qué es la bioconstrucción?

Entendemos por bioconstrucción aquellas formas de construcción con los seres vivos y el medio ambiente, siendo un estilo arquitectónico sostenible que tiene como fin integrar la edificación en su entorno, minimizando el impacto.

En realidad, no es algo nuevo, pues ya antiguamente se utilizaban elementos como la tierra, la piedra o la madera, creando cobijos con espacio suficientes para sus ocupantes. Algunas de estas viviendas aún podemos verlas en buenas condiciones pese al pasar del tiempo.

Diferencia entre bioconstrucción y construcción sostenible

No debe confundirse con construcción sostenible o arquitectura bioclimática, ya que se utilizan de manera distinta al referirse a una obra de ingeniería que sea amigable con el medio ambiente.

Para entenderlo; La construcción sostenible, término definido por el Conseil International du Batiment en 1994, se utiliza para crear una construcción con un ambiente saludable, basándose en un diseño ecológico y eficiente en el uso de los recursos naturales.

En cambio, la bioconstrucción, aunque aplica muchos de los conceptos de la construcción sostenible, permite evaluar los esfuerzos e impactos de la edificación en el medio ambiente.

¿Cuáles son las bases y fundamentos de la bioconstrucción?

Cuando se va a llevar a cabo un proyecto, se tienen en cuenta los siguientes factores con el fin de lograr una construcción amigable:

  • Gestión del suelo: Todas las acciones que impliquen el control sobre la utilización del suelo.
  • Gestión del agua: Centrándose en la preservación de los recursos hídricos.
  • Gestión del aire: Buscan materiales que eviten, o reduzcan, la emisión de compuestos orgánicos volátiles, instalando sistemas de ventilación adecuados.
  • Gestión de la energía: Construyendo edificaciones con la máxima eficiencia energética.

Los principios de la bioconstrucción

Además de todo lo anterior, esta se basa en una serie de bases y principios que se tienen en cuenta en todo proyecto:

Buscar la ubicación adecuada

Una de las claves de la bioconstrucción; Encontrar una ubicación alejada de cualquier ecosistema que pueda verse dañado o afectado por la edificación, además de que no afecte negativamente a los ocupantes de la vivienda.

Aparte, se evitan las construcciones sobre una falla geológica, corriente de agua o cualquier otro elemento del telurismo.

Estudiar la integración con su entorno

“Hay que pensar en la inclusión, no en la ocupación”, es decir, se tienen en cuenta la morfología del terreno, las construcciones próximas, los estilos arquitectónicos tradicionales y, por supuesto, la vegetación autóctona de la zona en la que se levantará la nueva edificación.

Diseños personalizados

Por supuesto, se tiene en cuenta el estilo de vida y necesidades de los futuros ocupantes, para que puedan desarrollar su forma de vida de forma natural y sin limitaciones.

Distribución y orientación de los espacios

En toda bioconstrucción se tiene en cuenta la distribución de las estancias para que sean funcionales, y haya un ahorro energético.

Por supuesto, la orientación también es muy importante, para que no haya nada que pueda molestar al ocupante de la vivienda, como pueda ser el movimiento del agua.

Usar los materiales adecuados

Otra de las principales claves de la bioconstrucción, en la que se utilizan materiales que son originarios de la zona, con materias primas que estén exentas de elementos como el cloro, asbesto, PVC o poliuretano.

El objetivo es “permitir respirar a la vivienda”, para que sea más factible el intercambio de humedad entre la construcción y la atmósfera.

Optimizar los recursos naturales

Para lograr una eficiencia energética se aprovechan los recursos naturales en la vivienda, como es la luz solar con paneles fotovoltaicos, el tratamiento del agua u optar por sistemas de climatización.

Sistemas de ahorro de energía

Al igual que se aprovechan los recursos naturales, se pueden diseñar e instalar sistemas que permitan ahorrar energía, como la captación de solar pasiva, galerías de ventilación controlada o sistemas vegetales que regulan la temperatura y la humedad.

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