¿Qué es una terraza bioclimática y cuáles son sus ventajas?

¿Cuántos días al año puedes disfrutar tu terraza? En verano un sol intenso, en otoño e invierno lluvias que te obligan a estar dentro. Y no hablemos de los cambios bruscos del clima antes de tiempo que hacen que estar tranquilamente recostado en la tumbona sea una experiencia desagradable.
Afortunadamente, la tecnología ha llegado para eliminar esas barreras y permitirnos maximizar cada metro cuadrado de nuestro hogar. A lo largo de este artículo vamos a explorar la solución definitiva para que puedas disfrutar de tu terraza a placer: Convertirla en una terraza bioclimática.
¿No sabes lo qué es? Pues bien, sigue leyendo, porque te vamos a desvelar todas sus características, ventajas y por qué debes optar por esta opción si quieres disfrutar de tu terraza los 365 días del año.
¿Qué es una terraza bioclimática?
Aunque se la conozca como “terraza bioclimática” en realidad, se refiere a cuando un espacio exterior está cubierto por una arquitectura que regula las condiciones ambientales de forma natural, como las pérgolas bioclimáticas.
Su función es la de crear un ambiente de máximo confort, ajustando factores como la ventilación, la protección solar y el aislamiento. Algunos modelos incorporan lamas orientables o retráctiles, que te permiten optimizar la luz y la sombra, protegerte de la lluvia y dirigir la brisa.
¿Cuáles son sus características?
Exactamente, ¿cómo sería una terraza bioclimática? ¡Vamos a ver una por una cuáles serían sus características principales!

Cubierta con lamas orientables o retráctiles
Como ya hemos comentado, una de sus principales características es que estas pérgolas pueden incorporar un techo de lamas, que pueden ser orientables, retráctiles o ambas opciones.
Gracias a esto, el usuario puede regular la cantidad de luz solar, la sombra o la ventilación. Cuando las lamas están semiabiertas (pueden dejar abierto el techo hasta un 80%), creando una ventilación cruzada, que evita el sobrecalentamiento sin dejar pasar el sol directo.
¿Y cuándo llueve? Se cierra el techo y puedes estar viendo en tu terraza como llueve, manteniéndote seco bajo la protección de tu pérgola bioclimática con lamas retráctiles.
Una estructura robusta
Por norma general, para garantizar la durabilidad de la estructura, esta suele ser de aluminio reforzado.
Este material proporciona una base sólida y duradera, es resistente a la corrosión y no se daña fácilmente, sin importar como cambie el clima. Sí, es cierto que es un material bien ligero, pero si la pérgola está bien anclada al suelo, conseguirás una terraza bioclimática con una estructura sólida y robusta.
Y para quién no le guste ese tono metálico, se puede fabricar en varios acabados, como colores neutros como el gris o el blanco, o en un acabado imitación madera.
Cuentan con su propio sistema de drenaje
Uno de los grandes problemas al tener pérgolas o toldos en una terraza, es que cuando llueve o nieva, se queda acumulada el agua en el techo. Y, al abrirlo, te llevas la sorpresa.
Sin embargo, este problema no existe en las terrazas bioclimáticas, ya que incorporan sistemas de drenado, a través de canaletas perimetrales en la estructura. Así, cuando termine la lluvia, solo tienes que abrir las lamas y disfrutar de las vistas.
Incorpora los últimos avances en domótica
La tecnología bioclimática no solo ha avanzado en lo que ha diseño y estructura se refiere. También en la incorporación de la domótica inteligente.
Por ejemplo, se pueden incorporar sensores de lluvia y viento, que están conectados con el motor de las lamas. Si dejas abierto el techo, cuando los sensores noten un cambio en el clima, lo cerrarán automáticamente. O, puedes controlarlo a distancia desde el móvil y cerrarlo pulsando un botón.
Aparte se pueden incorporar otros elementos, como iluminación personalizada, sistemas de sonido o un sistema de calefacción para calentar la zona cubierta de la terraza en invierno.
Abierta o cerrada
Otra de sus características es que la terraza bioclimática puede ser abierta, contando únicamente con la pérgola o puedes hacer un cerramiento completo, anexionando la terraza al interior de tu vivienda.
¿Cuáles son las ventajas de tener una terraza bioclimática?
Si aún estás dudando si esta es la mejor opción para ti, permítenos informarte sobre las ventajas de instalarla. ¡Verás como será la mejor opción que un simple cerramiento!

Disfrutarás de tu terraza todo el año
Sin lugar a dudas, la ventaja principal de una terraza bioclimática. Como cuentas con un techo bajo el que resguardarte, podrás disfrutar de tu terraza los 365 días del año, sin importar si llueve, hace calor o nieva.
Y si añades la climatización o la cierras, da igual si hace calor o frío, ¡tu estarás cómodo y a gusto!
Control climático personalizado
Con las lamas orientables eres tú quién modula la luz, la sombra y la brisa en cada momento del día. Durante el verano puedes crear una ventilación cruzada o cerrarla para conservar el calor en invierno.
Eficiencia energética y ahorro en la factura
Aparte de ser una protección para el exterior de tu hogar, las terrazas bioclimáticas también te sirven para mejorar le eficiencia energética de tu hogar y ahorrar en la factura de la luz.
¿Cómo? Muy bien sencillo, protegen la fachada de la zona que cubren, reduciendo así la necesidad de usar aire acondicionado o calefacción. Lo que supone un ahorro en tu factura energética.
Aumenta el valor de la propiedad
Como añades un elemento que convierte tu terraza en un espacio habitable, moderno y funcional de forma permanente, es una inversión que incrementará el valor de tu propiedad si algún día quieres venderla.
Cubre toda la terraza o solo una parte de esta
Otra de sus grandes ventajas es que tú decides cuánto de la terraza quieres cubrir. Puedes instalar una pérgola que cubra toda la terraza o solo una parte de esta para tener ese pequeño rinconcito chill out con el que siempre has soñado para relajarte.
Una zona extra de la casa
En lugar de dejarla abierta, puedes cerrarla por completo, como si hicieras un cerramiento normal. De este modo, la terraza bioclimática se convertirá en una extensión más de la vivienda, completamente habitable, para tener un comedor exterior, un despacho, una zona de juegos… ¡lo que quieras!
Apenas necesita mantenimiento
Otra de sus grandes ventajas: Una terraza bioclimática de aluminio no necesita tanto mantenimiento como las pérgolas de madera o acero.
El aluminio es un material muy ligero, pero resistente. Da igual si hace mucho sol o llueve. No se oxidará, no perderá color y bastará con pasar un paño húmedo con jabón neutro para limpiar la estructura.
Si vives en zona de lluvia, solo necesitarás limpiar los desagües de vez en cuando para asegurarte que no se hayan colado hojas u otros restos que puedan obstruirlos.