Cómo limpiar una pérgola bioclimática: ¡En 3 sencillos pasos!

Optar por una pérgola bioclimática para tu jardín, zona de piscina, terraza, porche… Es una gran opción, pero, ¿nunca te has preocupado cuál será el proceso de mantenimiento y limpieza que requerirá?

En Durmi somos expertos en la instalación de pérgolas bioclimáticas, y queremos que puedas disfrutar de la tuya durante mucho tiempo, así que te vamos a enseñar a cómo realizar su mantenimiento periódico para que puedas disfrutarla por muchos años.

¿Cada cuánto hay que limpiar una pérgola bioclimática?

Esta es una pregunta que se hace mucha gente. En realidad, al estar fabricadas en aluminio, no requieren tanto mantenimiento ni limpieza como las pérgolas de madera, por ejemplo.

Basta con hacerlo un par de veces al año, a ser posible durante el verano y a principios del otoño, aprovechando que aún hace buen tiempo. En cuánto al mantenimiento, se recomienda hacerlo como mínimo dos veces al año, una en primavera, para prepararla para el verano, y otra en otoño, antes de que llegue el frío.

Por supuesto, deberemos tener en cuenta el clima. No es lo mismo residir en una zona con un clima seco, en el que apenas llueve, a una zona con muchísima humedad en el que las lluvias son frecuentes. Además de tener en cuenta otros factores, como la distancia de tu vivienda del mar, la polución o si vives en una zona con fuertes nevadas.

Limpiar una pérgola bioclimática paso a paso

¿Crees que va a ser un engorro limpiar tu pérgola bioclimática? Pues te vamos a dar una alegría; lo cierto es que no, y tampoco vas a necesitar muchos utensilios ni malgastar mucho tiempo, siempre y cuando le realices un mantenimiento/limpieza periódicos.

¿Qué vas a necesitar para la limpieza de tu pérgola bioclimática?

Los utensilios y productos que necesitarás para la limpieza serán:

• Una esponja.
• Agua tibia.
• Jabón líquido de lavavajillas.
• Un cepillo de cerdas.
• Paño de algodón o microfibras.

Bajo ningún concepto utilices un detergente que contenga químicos tóxicos o abrasivos, o con el tiempo acabarán dañando la estructura y las lamas.

Paso previo a la limpieza

Antes de ponerse manos a la obra, tendrás que usar una escalera para retirar todas las hojas muertas que se hayan ido acumulando en los canalones.

Esto es muy importante, porque si las dejas dentro, al final acabarán obstruyendo los conductos, y cuando llueva, se desbordarán. Retiradas todas las hojas muertas, procede a limpiar la superficie con el cepillo de cerdas.

Limpiando las lamas de la pérgola bioclimática

Habiendo quitado todas las hojas, vamos a limpiar las lamas, para lo cuál solo vas a necesitar agua y jabón.

Si tienes una pérgola retráctil, no la abras del todo, o te costará mucho más realizar la limpieza. Usando una esponja suave, procede a limpiar cada lama con suavidad. Si alguna mancha se te resiste, puedes utilizar vinagre blanco.

Es importante que limpies cada lama por separado, tanto por arriba como abajo, para asegurarte que quede bien limpia. A continuación, aclara con agua limpia. Puedes usar una manguera, con el chorro a baja-media potencia. ¡Pero no lo hagas con agua a presión! Acabarías rompiendo el mecanismo de la pérgola o dañando el aluminio.

Limpieza de la estructura

Ya has hecho lo más difícil, ahora toca la parte fácil: Limpiar la estructura de tu pérgola bioclimática.

Para ello sigue el mismo procedimiento: Una esponja con agua tibia y jabón, pasándola con suavidad por cada zona de las patas de la pérgola. Al terminar, seca con un paño de microfibras o un chorro de agua suave con la manguera, ¡y listo!

¿Qué mantenimiento necesita una pérgola bioclimática?

No es tanto un “mantenimiento”, sino más bien unos cuidados básicos de sus componentes para garantizar que todo estará en perfecto estado y no te den problemas.

Veamos cada componente por separado:

Estructura

Para evitar su corrosión, y garantizar su óptimo funcionamiento, deberás lubricar con regularidad la estructura y los componentes mecánicos.

¿Tu pérgola tiene cristaleras? Aprovecha los meses de verano, o cuando haga buen tiempo, para lavarlas con agua y jabón.

Lamas

Son un parte vital de tu pérgola, así que tienes que asegurarte que estén en perfecto estado. En épocas de caídas de hojas o nevadas es aconsejable no dejarlas abiertas.

Piensa que, si las dejas abiertas, acabarán soportando mucho peso, lo que acabaría dañando la estructura o las lamas de forma irreversible, y tendrías que sustituirlas.

Canaletas

Por aquí se filtrará tanto el agua de la lluvia como las hojas de los árboles cercanos, así que es la parte de la pérgola que más deberías revisar, especialmente en otoño y primavera.

Aunque las pérgolas bioclimáticas están diseñadas para evacuar el agua, si algún día ha habido una lluvia fuerte, asegúrate de revisar que están en buenas condiciones y filtran bien.

Mando

¿Tu pérgola bioclimática funciona con mando? En ese caso, asegúrate de tenerlo guardado a buen recaudo, en un lugar seco y en el que no reciba excesivo calor.

Si lo dejas en el exterior sin protección podría acabarse rompiendo o dañando al entrar en contacto con agua o por estar demasiado tiempo expuesto al sol.